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Esto subraya hasta dónde llega realmente una donación a estas organizaciones de vida silvestre endémica. Estos dos aspectos destacados de un año exitoso solo fueron posibles gracias a los más de 6 millones de dólares en contribuciones caritativas de los partidarios.
30 tortugas Chelonoidis chatamensis endémicas de la isla más pequeña de San Cristóbal fueron repatriadas a su hábitat natural desde el stock de un programa de cría en cautiverio. Por su parte, 97 tortugas nativas fueron devueltas a la segunda isla más grande de Santa Cruz.
En la isla más grande de Isabella, 350 tortugas (214 guntheri y 136 vicina) fueron reintroducidas con éxito en su hábitat natural después de que un estudio descubriera que su número no aumentaba sustancialmente por sí solo.
En marzo, la repatriación de 86 tortugas juveniles Chelonoidis Hoodensis contribuyó significativamente a mejorar la distribución de la especie en su hábitat nativo. Actualmente suman 3 mil en Española o Hood Island, una recuperación milagrosa de los 14 que se encontraron allí en la década de 1960.
También en Española, se descubrió que el endémico albatros ondulado despegaba y aterrizaba en 50 partes adicionales de la isla. Estas aves grandes, con una envergadura de 8 pies, necesitan un amplio espacio para comenzar a correr antes de despegar, y este mismo principio se aplica al aplicar los frenos al descender del cielo.
