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En algunos casos, el ADN puede desprenderse de los cromosomas y quedar separado dentro del núcleo, un fenómeno poco frecuente que antes se consideraba insignificante en el desarrollo del cáncer. Sin embargo, en una serie de tres artículos publicados por una coalición de investigadores de Estados Unidos y el Reino Unido, se descubrió que estos fragmentos de ADNec estaban presentes en las células tumorales de algunos de los cánceres más agresivos y resistentes al tratamiento.
«Esto no es solo un descubrimiento sobre lo que puede hacer que el cáncer sea tan malo, en realidad está señalando el camino hacia un nuevo conjunto de terapias«, afirma Paul Mischel, profesor de patología en la Universidad de Stanford. «Hay un camino a seguir para desarrollar nuevos tratamientos porque este tipo de ADN es diferente y crea vulnerabilidades que son diferentes».
Los fragmentos de ADNec, encontrados en el 17,1% de todos los tumores examinados en los estudios, portaban genes que impulsan el cáncer y otros genes que suprimen el sistema inmunológico. Los estudios también descubrieron que el ADNec puede replicarse (de manera caótica) y que esto también impulsa el crecimiento del cáncer.
Se descubrió que las células tumorales contenían muchos más fragmentos de ADNec que otras. Esto significa que una vez separadas de la estructura ADN-histona-cromosoma, no se dividen de manera uniforme junto con la célula. Algunas células hijas heredan mucho más ADNec que otras.
