#lacarabuena #happynews #happy
Los resultados de este estudio son fundamentales no solo para la comunidad científica, sino también para los responsables de políticas medioambientales. La Minamata Convention, un tratado global que busca reducir las emisiones de mercurio causadas por el ser humano, ha sido clave en los esfuerzos internacionales para frenar la contaminación por este metal. Este tratado, que entró en vigor en 2017, establece revisiones quinquenales para evaluar el progreso.
La primera reunión de la conferencia de las partes de este tratado coincidió con informes que indicaban un aumento en las emisiones globales de mercurio, lo que causó desconcierto en la comunidad científica.
Sin embargo, el nuevo análisis del MIT podría ofrecer una explicación más precisa: los inventarios globales podrían estar omitiendo datos clave de ciertos países o actividades, como la minería de oro a pequeña escala, que representa alrededor del 40% de las emisiones humanas de mercurio. Dicha actividad, llevada a cabo en regiones remotas de países en desarrollo, es difícil de cuantificar con precisión.
Otra posible fuente de discrepancia es la liberación de mercurio de productos desechados, como termómetros o equipos científicos. Estos productos pueden liberar mercurio a la atmósfera mucho tiempo después de ser eliminados, complicando aún más la estimación de las emisiones globales.