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Propiedad y gestión de la Real Sociedad para la Protección de las Aves (RSPB), Geltsdale es uno de los últimos lugares de Gran Bretaña donde se puede ver al aguilucho pálido en su hábitat natural. Aves de todo tipo y estado de conservación habitan la reserva, y también es un Geoparque de la UNESCO por sus formaciones geológicas únicas.
“Esta va a ser una reserva a una escala diferente de muchos de nuestros otros sitios en Inglaterra”, afirma Beccy Speight, directora ejecutiva de la RSPB. “Vamos a lograr una abundancia de especies y un tamaño que no tendrá comparación con las reservas de aves de ningún otro lugar. Demostrará lo que es posible cuando se trata de recuperar la vida silvestre y proteger a las aves”.
Para los observadores de aves, Geltsdale está repleto de urogallos negros, archibebes comunes, chotacabras, agachadizas, tarabillas norteñas, zarapitos, águilas pescadoras, búhos campestres y avefrías. Están dispersos a lo largo de una elevación vertical de 650 metros desde un valle de un verde intenso hasta un majestuoso páramo y pastizales.
“Geltsdale es ahora el más grande de Inglaterra”, indica Speight. “Y ese tamaño marca una gran diferencia. Cuando caminas por la reserva durante la temporada de cría, es increíble. El lugar está repleto de aves”.
