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«Este es el primer ensayo clínico que muestra un efecto positivo en el retraso de la progresión de la discapacidad en la EMSP no recurrente, una forma avanzada de la enfermedad en la que la función neurológica empeora gradualmente con el tiempo y la discapacidad aumenta de forma implacable», declaró Robert Fox, investigador principal del estudio.
Para el ensayo clínico, los investigadores reclutaron a más de 1100 pacientes con EM de entre 18 y 60 años en 264 centros de 31 países. Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a tomar una dosis oral diaria de tolebrutinib o un comprimido de placebo equivalente.
El tolebrutinib es un inhibidor de la tirosina quinasa, un tipo de fármaco desarrollado originalmente para tratar linfomas y enfermedades de la sangre. Estos fármacos actúan bloqueando las enzimas que promueven el crecimiento y la división celular.
Después de seis meses, poco menos del 23% de los pacientes que recibieron tolebrutinib experimentaron una progresión de su discapacidad relacionada con la esclerosis múltiple, en comparación con casi el 31% de los que tomaron placebo. Esto representó una reducción del 31% de la discapacidad con el fármaco experimental.
