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A Damian, que vive en Derbyshire, le dijeron que fuera a ver a un neurólogo, que le dio la impactante noticia de que tenía Parkinson, una enfermedad de la que no sabía nada hasta entonces.
“Sus palabras exactas fueron: ‘Es una enfermedad cerebral degenerativa irreversible e incurable’. En ese momento me sorprendí un poco”. Damian dijo que había probado “todos los medicamentos orales del mercado” en su desesperado intento por contrarrestar los efectos de la enfermedad degenerativa.
Sin embargo, cada uno de ellos le produjo una serie de efectos secundarios que hicieron que su vida cotidiana fuera una miseria. “Todos ellos me produjeron efectos secundarios graves: alucinaciones, paranoia, depresión, ansiedad. Fue un momento muy duro”.
En junio, tras la aprobación del medicamento para su uso por parte del Sistema Nacional de Salud (NHS) de Inglaterra, se convirtió en uno de los primeros pacientes del país en recibir Produodopa. Se trata de un tratamiento que se administra por debajo de la piel mediante una bomba en miniatura.
