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Los Potter luego recolectaron 100 mil firmas en una petición para una mayor acción gubernamental para luchar contra el crimen de mascotas. La Ley de Sustracción de Mascotas cambió las pautas de sentencia del Reino Unido, convirtiéndolo en un delito penal con una pena de prisión de hasta 5 años. Anteriormente, las mascotas se consideraban propiedad y su sustracción se castigaba según la Ley de Robo de 1986 del Reino Unido.
Durante la investigación de la RSPCA, el propietario aceptó entregar a Daisy a la organización, explicando que solo la tenían desde hacía unos pocos años y que no sabían que la podían haber robado. En sus instalaciones, un escaneo de microchip reveló la procedencia de Daisy y la llamada a los Potter fue emotiva.
«Obviamente estaban sorprendidos, pero eufóricos al mismo tiempo», dijo la inspectora de la RSPCA, Kim Walters. «Me sentí un poco abrumada de escucharlos y de escuchar claramente cuánto la amaban, así que fue genial decirles que podríamos traerla de regreso a casa pronto«.
Ahora en sus años dorados, y con varios problemas de salud debido a media década de maltrato, los Potter esperan amarla, mimarla y cuidarla.
Fuente | BBC
