Visualización positiva: ¿es cierto que si lo imaginas lo consigues?

Aunque pueda sonar a falsa ciencia, lo cierto es que la visualización positiva es una técnica psicológica muy estudiada que puede ayudarte a superar retos y alcanzar objetivos.

Seguro que, más de una vez, has visto por la televisión a un deportista cerrar los ojos durante un tiempo antes de realizar su ejercicio. ¿En qué estarán pensando? Te habrás preguntado. Pues la realidad es que, aunque muchos simplemente cierren los ojos para calmarse o concentrarse, muchos otros utilizan ese momento antes de salir a la pista para practicar la visualización positiva.

Y es que, hay estudios que demuestran que, al menos en los ejercicios de fuerza, practicar la visualización positiva ayuda a los atletas a mejorar su rendimiento. Pero, ¿qué es la visualización positiva? ¿Pueden beneficiarse de ella las personas en su vida diaria? En este artículo te lo contamos.

¿Qué es la visualización positiva?

La visualización positiva es un ejercicio psicológico que consiste en imaginar la totalidad de una situación futura que se quiera conseguir y cómo alcanzarla con éxito. 

Según la psicóloga Gabrielle Oettingen, esta práctica puede ser muy útil a la hora de alcanzar objetivos vitales, pero siempre y cuando vaya acompañada de la dedicación y el esfuerzo necesario para lograrlo. Y es que, al igual que ocurre con los atletas, estos no pueden hacerse más fuertes solo imaginándose que lo son (lo que según Oettingen sería más bien una fantasía positiva), sino que deben trabajar diariamente para lograrlo.

Por tanto, la visualización positiva es un complemento que puede potenciar nuestro trabajo diario y ayudarnos a lograr nuestros objetivos. Sin embargo, por sí sola puede tener efectos adversos y limitar nuestra productividad, según la Dra. Oettingen.

¿Por qué funciona la visualización positiva?

Según la psicóloga social Rosa Rabbani, cuando imaginamos una situación en nuestra mente, nuestro cerebro genera pautas de conducta acordes y nos prepara para llegar a unos resultados. En otras palabras, es como entrenar el cerebro para que reaccione mejor ante situaciones concretas.

Podríamos decir que la visualización es también una forma de engañar al cerebro para que cree nuevos vínculos neuronales. Y es que, según indica Rabbani, en estado de relajación, el lóbulo frontal no distingue lo real de lo irreal.

Las personas que practican la visualización positiva de forma regular afirman que les ayuda a conseguir sus objetivos con menos esfuerzo y en menos tiempo.

¿Es útil en todos los ámbitos?

Aunque la visualización positiva es una técnica más utilizada  en el ámbito deportivo, artístico, musical, militar y médico, así como para tratar fobias, según los estudios, todas las personas son capaces de utilizar la visualización para mejorar sus resultados afectivos, conductuales y cognitivos.

En ese sentido, la visualización positiva se puede utilizar en cualquier objetivo que nos planteemos, tanto personal como profesional. Un ejemplo muy conocido son las entrevistas de trabajo, para las cuales ayuda mucho visualizar cómo serán e imaginar cómo actuaríamos. Además, también es una técnica muy efectiva para modificar hábitos y comportamientos.

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¿Cómo practicar la visualización positiva?

Según Rabbani, los científicos recomiendan la práctica de la visualización positiva para lograr un fin concreto durante 21 días, siendo suficiente 10 minutos diarios.

Es muy importante realizar la visualización en un entorno tranquilo que nos permita concentrarnos en lo que imaginamos, así como realizarla en una postura cómoda pero sentada, para evitar dormirse.

Luego, a la hora de imaginarnos la situación, es importante ser lo más específico posible. Incluso, se recomienda incluir estímulos auditivos u olfativos que vayan a estar presentes en la escena real cuando nos toque enfrentarnos a ella. 

La idea es imaginarnos en la situación concreta realizando todo lo necesario para superarla con éxito. Por ejemplo, muchos gimnastas, antes de salir al aparato, se imaginan realizando el ejercicio y cómo van a mover cada una de las partes de su cuerpo. Entre ellos, se encuentra el medallista olímpico estadounidense Stephen Nedoroscik, del cual se han captado muchas imágenes en competición en las que aparecía totalmente concentrado con los ojos cerrados durante varios minutos. El público pensaba que estaba dormido, pero realmente estaba imaginando su rutina. Incluso, ha llegado a afirmar que la ha visualizado unas 100 veces y que no cree que necesite realmente los ojos cuando la hace en la realidad.

Stephen Nedoroscik realizando la técnica de visualización positiva durante las Olimpiadas de Londres 2024

No obstante, también existe la visualización guiada en la que la práctica se realiza con el acompañamiento de un profesional, lo cual es muy común en algunas sesiones de terapia.

Os animamos a que pongáis en práctica esta técnica para comprobar por vosotros mismos su efectividad en vuestra vida.